Era la primera vez que trabajaba en un campeonato de Windsurf. Apenas conocía ese deporte pero siempre sentí curiosidad por el.
Unas semanas antes me llamó Rayco Cano y me dijo que si quería probar a trabajar con el y con Germán Pinelo. Ni lo dudé.
Tuve la oportunidad de trabajar en el prestigioso “Gran Canaria Wind and Waves” (Campeonato del mundo de Windsurf), formar parte de su equipo de trabajo y no quise dejarla pasar.
Una vez allí las jornadas fueron muy duras. Trabajamos cerca del mar con condiciones fuertes de sol, viento y oleaje. La tierra y la sal se colaba por todos lados, a cada rato teníamos que limpiar el material. Para encontrar los mejores ángulos y hacer que fueran únicos, ubicábamos las cámaras lejos en lugares difíciles y diferentes que por lo general estaban situados lejos de nuestro “container” oficina y expuestos a la fuerza del viento.
En las finales me sentí con bastante presión, no quería perder ni una sola maniobra de los competidores y al mismo tiempo intentaba buscar planos muy cerrados con una lente 600mm a f/5.6 para intentar sacar planos con menor profundidad y hacerlos más estéticos. No era fácil porque los finalistas iban muy rápido y encima hacían los saltos más altos de lo habitual.
Al final todo salió bien y la experiencia fue increíble. Estando con Germán, Rayco y el resto del equipo aprendí un montón de cosas nuevas, sus métodos de trabajo y su profesionalidad. Me quedé con ganas de más.
Les dejo unas fotos y un enlace del video del segundo día del evento.
Camaras: Germán Pinelo y yo (Diego Borges)
Edición: Rayco Cano
